"El antiguo sistema muere,
el nuevo tarda en nacer,
en ese claro-oscuro
surgen monstruos…"


Gramsci.

Hace poco mas de una semana regresé de Bolivia; estuve 3 semanas filmando en varias ciudades del país la continuación de un trabajo documental comenzado hace varios años.

Al regresar les decía a mis amigos que en Bolivia, a pesar de las noticias y presagios a veces alarmantes, y a veces alarmistas, estaba en marcha un proceso difícil y complejo que avanzaba contra vientos y mareas. Que había que estar atentos, que había que explicar y solidarizar, pero que el pueblo estaba movilizado, que habían muchas luchas, muchos desafíos, que nada estaba ganado, pero que en esas tierras se estaba consolidando una idea de dignidad, soberanía y libertad, un aporte a todo eso que nos queda aun por hacer a los pueblos de América.

Y después les decía a mis amigos que una de las situaciones que me parecía grave era la deriva antidemocrática de la oposición, y la relación entre lo que estaba pasando, el trabajo del gobierno, la acción de las organizaciones sociales, ese mundo que nacía, y el viejo orden oligarca, gamonal.

Algo que no se considera, incluso desde la vertiente progresista, izquierdista, tercermundista, alter mundialista, lo que quieran… es lo que era Bolivia antes de la victoria de la sublevación del 2003: el país mas pobre de Sudamérica, donde todos los paradigmas de dominación se daban en su forma perfecta… estamos hablando de un país donde estamos a milímetros de la servidumbre, de formas de explotación insoportables en cualquier parte del mundo, de negación y escamoteo de civilizaciones vivientes y en resistencia, y también de una de las clases obreras mas comprometidas, de un país donde las redes de asociación son presentes en toda la sociedad… un país donde el movimiento popular se ha reconstruido de manera exitosa… El país de la revolución del 52, que nacionalizo el estaño, abolió la servidumbre, que repartió las armas conquistadas por los insurrectos, que realizo la primera reforma agraria, revolución traicionada, o talvez, solo postergada.

Es difícil explicar Bolivia, ese mundo bullente, ese ventarrón de aire andino que te remueve los pulmones, que te llena los ojos.

Hace tan poco en las calles de un pueblo del altiplano sentía que estaba cerca, una vez mas, de esa clave de las cosas, de esa explicación desde donde es posible esperar, tener certidumbres. Después de recorrer esas inmensidades, de sentir la vida, de escuchar, de mirar y ser mirado… al final de una etapa mas del viaje, una vez mas supe que no hay verdades reveladas.

Hay unas pocas certidumbres, unas pocas: una de ellas es que los pueblos en Bolivia no volverán atrás, no pueden volver atrás.

Le contaba a una amiga que Evo Morales nació en un pequeño poblado en las cercanías de Oruro, y que ser un niño pobre allí es primero sobrevivir, literalmente, a la pobreza… el pequeño Evo miraba pasar los buses interprovinciales, y cuando los pasajeros tiraban cáscaras de naranjas era una fiesta… para ese pequeño boliviano era un sueño subir a esos buses. Y cuando Evo Morales nos cuenta eso no es para demostrarnos que el sistema permitió a ese niño llegar a donde llego, es mas bien la historia al revés, es la historia de cómo ese niño se volvió trabajador, cómo se unió a un sindicato, cómo en ese sindicato tomo responsabilidades, cómo ese sindicato, junto a otros, representó la dignidad no solo de sus representados sino la de un país… es la historia de los cocaleros, de los antiguos sindicatos mineros que trasladaron su cultura y tradiciones al trópico de Cochabamba y los Yungas.

Es la historia de esta revolución boliviana, que no pretende mas que liberar a su pueblo, que no tiene ni mucho discurso, (en un país en el cual la retórica es una de las artes mayores.) ni muchos teóricos; Evo Morales suele hablar de este proceso que no fue creado ni anunciado por politólogos ni otros científicos, que es el resultado de la acción de los pueblos, de la invención, las tradiciones, y la auto-defensa en un cuadro de conflictos reales que eliminan todo angelismo o referencias ideales a un mundo primigenio impoluto.

Evo Morales es el primero en situar su movimiento en su anclaje sindical, (es decir en una tradición marxista, obrera.), en la practica antiimperialista (el movimiento cocalero se fragua en la resistencia frente el gobierno de Bánzer y la DEA y luego el de Gonzalo Sánchez de Losada, gobiernos dependientes de los USA) y, finalmente en su alianza básica con el movimiento campesino e indígena.

La imagen de campesinos indígenas vejados en Sucre en estos días es terrible, es el fascismo del siglo XX, es inaceptable…

Todo vale cuando se trata de "tumbar al indio", el "mot d'ordre" de las oligarquías en Bolivia. Con el pretexto de una guerra de finales del siglo XIX se creó un frente mas contra el proceso de cambios en Bolivia.

El tema de la "capitalidad" viene de lejos: Bolivia tiene como capital la ciudad de Sucre, donde se selló la independencia de la República y donde se encuentra el Poder Judicial. Desde finales del siglo XIX, tras la llamada "guerra federal" que enfrentó a Sucre y La Paz, los poderes Legislativo y Ejecutivo se trasladaron por decisión presidencial a esta última ciudad, considerada sede de Gobierno, tras definirse la preponderancia de la oligarquía naciente, ligada a la explotación del estaño, frente a la vieja oligarquía de la plata.

En medio de los conflictos asociados a la Asamblea Constituyente en el 2007, la derecha encuentra esta vieja joya para agregar a las confusas causas que constituyen la constelación anti MAS, anti-indios, anti socialista… Después todo es posible, el discurso se vuelve delirante, se auto justifica; irracional, construye su propia racionalidad.

Señores conservadores justifican y caucionan cualquier extremismo… y así llegamos a estos días de vergüenza en la plaza de Sucre… no son esas fotos de estancieros en el sur de América posando sobre indígenas, entonces fueguinos, alacalufes, yaganes… son ciudadanos de un país americano, talvez hablen un español mejor que el mío o el suyo, son la esperanza de este magnifico continente, avasallados, humillados, aplastados… por ahora.

Una buena parte de nuestro porvenir viene de Bolivia, en esas tierras múltiples se piensan y se construyen ideas americanas, tarde o temprano pasaremos por ellas .

Rene Davila
Santiago de Chile
28 de Mayo 2008

ALGUNAS REACCIONES, MAS INFORMACION:
Informaciones Red ERBOL Bolivia
Racismo y violacion de los Derechos Humanos en Sucre, Bolivia
Racisme et violation des Droits de l'Homme à Sucre, en Bolivia (France)
Contra de el racismo y la xenofobia en Bolivia (Bélgica)
Sucre muestra su lado oscuro